LO MALO del amor que se da de forma natural, es que si no estás alerta, no lo descubres a tiempo...
Mi mamá solía decirme (y lo sostiene): "Si el amor de tu vida llega y te encuentra distraída buscándolo, se te pasa enfrente y no lo vas a ver..."
Luego remataba: "El amor de tu vida que se pasa, ya no regresa..." Lo bueno de esto es que probablemente intuía que hay varias oportunidades... pero una vez que logras ver a uno, con ese te quedas...
Lo que trato de descubrir es si te quedas con ese amor en el corazón aunque ya no puedas vivirlo... ¿es "amor de tu vida" cuando descubres el sentimiento a destiempo? ¿existe el amor a destiempo? ¿es unilateral si está a destiempo? Creo que amor es amor y adaptable, solo tendrá que encontrar la forma de darse como se brinda el amor: con libertad, respondiendo cuando se le llama, estando cuando se le requiere, dando paz, dando fuerza, dando apoyo, todo en el clima de la mayor ternura y amabilidad posibles... que envuelven pero solo se encierran en el corazón como una fuerza que motiva a hacer el bien...
Ahora... este amor de la vida, a tiempo o destiempo... ¿en qué ambiente se desarrolla...?
El origen, curso, destino y sentido de la vida es el amor... por lo tanto, su naturaleza oportuna y perdurable es innegable... así, se puede entender que siempre está ahí, pero que no todas las personas somos receptivas a su presencia...
En la practicidad de una vida cotidiana, del ritmo mundano y -¿por qué no mencionarlo?- de la demanda de tiempo y recursos que exige intentar sostener una supervivencia civilizada, a algunas personas no nos cuesta tanto trabajo darnos como recibir a los demás de forma genuina, fiel a nuestra personalidad.
Los más confiados se dan con apertura, omitiendo la necesidad de recibir con gracia pero sin lograr evitar los perjuicios de no recibir nada de la persona a quien se le entrega... los más reservados se dan con inteligencia, conocedores de los perjuicios de la ausencia de reciprocidad, omitiendo la inconmensurabilidad del amor...
Es decir, según nuestra identidad, vamos desarrollando técnicas para entregarnos a los demás, para hacerlo según recibimos o para no hacerlo, pero descuidamos el aprender a recibir, se nos dificulta recibir amor...
Recibimos bajo conceptos de pago o intercambio...
A veces estos suelen ser conceptos personalísimos, que se dan por aceptados o causan reclamo... la satisfacción mutua en este "arreglo" genera convivencias inteligentes, convenientes y PAREJAS. Pero basta la insatisfacción (obviamente unilateral) para transitar el camino hacia la ruptura de la relación, porque no hay equilibrio ni simetría en los conceptos de lo dado y recibido.
Pero el amor es un camino de dos vías: sí dar y recibir... SIN MEDIDA; es decir, no desbordante pero sí inconmensurablemente; no es amor si no recibe, mucho menos si no da... y se dificulta apreciar el amor si se da y recibe llevando una cuenta... y sin excluir los aspectos materiales, aclaro que no estoy limitando a lo estrictamente material ésta idea.
De manera que cuando (por las razones que sean) te encuentras en una relación personal en la que SIENTES que puedes dar y recibir de forma natural, en donde sucede sin que se perciba pero se valora y se aprecia promoviéndose reciprocidad y presencia, entonces se crea el ambiente propicio a que puedes ser tú mismo en todo momento.
Para explicarme mejor, contaré una experiencia propia:
En una edad en la que mi fe, auto-confianza y energías estaban a plenitud (factores muy influyentes en la forma de darse), yo tenía un amigo...
Con una fuerte tendencia a calificar el nivel de cercanía, muy rápidamente lo identifiqué como mi "mejor amigo"...
Hay que aceptarlo: por las razones que sean, las mujeres tendemos a buscar la amistad masculina, la disfrutamos...
(Y resuena en mi mente la voz de mi mamá: "Tu mejor amigo es tu pareja, el amor de tu vida..." pero ¿qué pasa cuando tu necedad no te permite asimilar la sabiduría materna y le brinda un sentido de presión al hecho de relacionar "boda" con "mejor amistad"? ah, sí, porque TODOS sabemos que si es el amor de tu vida, lo quieres vivir bajo Bendición y bajo todo el cuidado y esmero posibles)
Entonces... mensajeábamos tan frecuentemente como nos era posible; yo escribo muy rápido y -al menos en aquel entonces- podía hacer muchas cosas importantes a la vez, como ser productiva y estar activa en la conversación con mi mejor amigo...
Nos veíamos tan frecuentemente como nos era posible y yo siempre tenía esa certeza de que el interés por vernos era mutuo, tal y como la importancia que le dábamos al hecho...
De tal manera que la comprensión se da muy natural, como un ejemplo: si alguien hubiera tenido que cambiar horarios, no había ninguna desconfianza ni mucho menos problema... (es algo que simplemente se siente, por lo que si sientes falta de prioridad, sí puede estar ocurriendo...)
Si él estaba feliz, yo estaba feliz... pero ¡oh, sorpresa! una de las razones por las que se me dificultaba identificar este como amor de pareja, era que -a diferencia de los conflictos que anteriormente me generaba el afecto romántico- éste afecto me permitía tener sentimientos por mi familia, por mis amistades, por mis actividades, me daba espacio para todo y jamás menguaba... como una gran amistad... (esa extraña costumbre de odiar que "nos pongan etiquetas" mientras amamos "poner etiquetas" para ordenar nuestros sentimientos)
Tal vez me tocaba en algún momento percibir alguna atracción de él hacia mí y eso me generaba curiosidad (alerta de alta posibilidad de enamoramiento), jamás me generó rechazo ni desinterés, siempre estuve receptiva... pero -acostumbrada a confundir pasión intensa con amor- nunca entendí que tras su paciencia, serenidad y respeto, sí existía la posibilidad de que sus sentimientos hacia mí tuvieran de todo lo bueno, bonito, constructivo, perdurable y satisfactorio en la vida...
Yo lo admiraba, me despertaba una profunda admiración... pero esencial, por su persona, por su forma de pensar, por su congruencia, por su seguridad, por su serenidad y esa admiración se volvía extensiva hacia todo lo que él hacía, sus decisiones y por supuesto, su profesión... yo deseaba tanto, tanto que le fuera tan bien como le correspondía...
Es algo que simplemente SE SIENTE...
Debo confesar que la diferencia entre estilos de vida también me complicaba la identificación de una relación de pareja porque consideraba que si mis estructuras exteriores se movían, sería signo de inestabilidad interior... y yo estaba consciente de que quería velar por mi estabilidad y de que era mi responsabilidad propia... hoy no pienso que los estilos de vida influyan ni impacten sobre tu estabilidad interior, hoy se que toda fuerza o debilidad vienen del interior y que si sientes algo, mejor hacerle algo de caso aunque no embone a simple vista con tu realidad. Y que tus estructuras exteriores se pueden mover e incluso colapsar con relación a tus sentimientos o no.
Como sucede cuando una se enamora apasionadamente, no identificaba su presencia como una presencia de atracción, aunque claramente me atraía; tampoco como una presencia que aporta satisfacción, aunque claramente me la aportaba... es que era tanto el respeto que nos inspirábamos, tan real la forma de vernos y entendernos, que era lo primordial que yo identificaba entre nosotros...
Se originaba aquí: había CORRESPONDENCIA; yo SENTÍA no solo que el estaba, sino que quería estar para mí, sentía esa simetría (a pesar de la diferencia de estaturas), sentía esa seguridad y esa comodidad que me guiaba hacia la apertura, hacia poder darme totalmente como era... pero él sabía recibirme con gracia y con tanta serenidad y tal respeto, que jamás me permitió desbordarme como yo solía desbordarme... era caballeroso por naturaleza... creo que la caballerosidad se origina en el hombre de buenos sentimientos que es capaz de tener un afecto integral por una mujer... cero machista pero FUERTE y líder sin querer serlo... siempre admiré cómo se mantenía en equilibrio... pero el factor más predominante que se derivó del origen de ese sentimiento fue querer recibir lo que mutuamente tuviéramos para darnos y saber cómo hacerlo...
Recuerdo mucho la vez en la que me hizo un regalo... super sencillo... lo que me dejó ver con su regalo era que estaba al pendiente de lo que yo necesitaba... que en ese entonces era poco, muy poco... pero -lo que es querer darse y querer agradar- localizó ese pequeñito detalle y me lo dio... y tan lo quise recibir y lo guardé para bien en mi corazón, que aun lo recuerdo claro y conciso...
Y yo, en mi histérica búsqueda del amor... entendía que -a como diera lugar- el amor era de declaraciones apasionadas, momentos apasionados y que provocaran locuras, lo quería de actitudes incendiarias que pusieran al límite... mientras que yo no era capaz de hacer lo mínimamente sensato por alguien a quien amaba... porque mi distracción era fuerte... y yo, lenta para reaccionar...
Un día, una circunstancia alejó "CAÑÓN" nuestros domicilios y el identificó una canción para nosotros... y cuando lo hizo, mi mundo se volvió mejor... estuvo conmigo conteniéndome y conectándome con la esperanza, todo por medio de mi BBPIN (¿lo recuerdan?). Por supuesto, flirteaba con él modo intenso... pero él siempre, siempre caballeroso... y yo siempre, siempre entendiendo ese cauce como desinterés romántico.
Pasó el tiempo, regresé a la ciudad y no había de mi parte (ni de la de él, podría asegurar) ésa demanda de "hay que vernos", "te quiero ver ya"... pero sí había una respuesta de voluntad impostergable al hecho de estar para él si se daba la señal...
Le contaba de todo y él a mí... incluso él sabía quien me gustaba, yo sabía quien le gustaba a él... mejor dicho: él sabía a quien amaba... y éste personaje ya tenía pareja... pero yo seguía creyendo que estaba mal acomodada la vida romántica de mi crush... y él me decía: "ama a su chava, ya no pienses en él porque ahí no va a pasar nada.." (eran cercanos, para ésto...)
Un día, como solíamos quedar en esa temporada, estando él soltero (y yo también...) llegué a su espacio... y -por primera vez en mucho tiempo- estaba mi crush ahí, los dos respirando el mismo aire... pero mi cita era con mi mejor amigo... mi crush -por primera vez en mucho tiempo- me vuelve a saludar con la familiaridad amistosa que algún día tuvimos y acepta llevarme de regreso a mi casa...
Recuerdo mucho mi sensación de no estar haciendo "lo correcto" mientras obedecía a mis requerimientos románticos... NO de acción, sólo sentimentales (espero se entienda que me refiero a que no nos tocamos ni un dedo el crush y una servidora)...
Pero... si obedecía a mis sentimientos... ¿porqué me sentía mal...? Lo entendí llegando a casa... había un vínculo fuerte con mi mejor amigo y recapacité en que en realidad hubiera preferido quedarme con él como estaba planeado... y yo sabía que él no iba a sufrir porque yo me fuí antes de lo planeado ni porque mi crush me hubiera utilizado para "vencer"a mi mejor amigo en su unilateral guerra de egos (lo cual solo ocurría en la mente de mi crush, el otro se conoce a sí mismo muy bien), no, lo que me sucedió es que sentí que fué la primera vez en la que yo no le dí a mi mejor amigo lo mismo que recibía de él: esa certeza, esa imposibilidad de sustitución o desplazamiento, sentí que no fuí leal a mi y a lo que yo valoraba tanto, que era mi relación con él... (Por otro lado, la realidad es que mi crush sólo fue amable como solíamos ser mutuamente...)
Y un día, mi mejor amigo "me la devolvió"... sólo que sin querer, mera consecuencia de MIS actos...
El corazón se me llena y me dan ganas de llorar entre dos causas: primera, confirmar que lo amaba y bien y segunda, saber que seremos amigos por siempre... me consuela saber que -al menos- sí he conocido a un hombre bueno además de mi papá, mi abuelo y mis hijos... que sí había un amor de mi vida... que sí llegó... que no fue pero que me ha dejado ver -hasta entonces- lo mejor del género masculino...
El ha estado para mí en mis momentos más difíciles y muchas personas escriben mi nombre o lo pronuncian, pero cuando el lo hace, puedo saber que le habla a una totalidad de mí, siempre dándose de la forma más apropiada...
El no lo sabe, porque jamás se lo he dicho, pero su voz siempre me encantó... y el día que toqué sus dedos mientras lo miraba a los ojos, vi de él una mirada que me hizo entrar en una plenitud que apenas hoy logro ver en su totalidad...
El está haciendo su vida y yo la mía y no me inspira más que a decirle siempre cuánto lo quiero, lo busco siempre que necesito decírselo y no quiero que jamás tenga de mí una mala impresión o que sienta que su felicidad no es importante para mí... algo que no le quita el sueño, pero me refiero a que no irrumpo jamás en su vida, admiro y respeto su proyecto de vida y cómo lo realiza...
Tiempo después de haber sentido que lo decepcioné esa noche en la que mi crush me dio ride, él se fue a vivir a otra ciudad... una ocasión estuve a punto de irme a visitarlo y no lo hice, a veces soy de esas personas a quienes la vida se les dificulta, la organización personal, la intensidad... jamás me pidió que abandonara todo por él, no lo hubiera querido... pero el curso que tomó su vida hubiera ameritado que dejara todo por él y el curso de mi vida sumaba el mayor bien aquí, en donde él sigue en mi corazón bajo un afecto real, limpio y bueno...
Y contaba que la decepción me la devolvió: un día regresó a la ciudad y no, él no me aplazó, simplemente yo ya no tenía ese lugar en su vida... él, con un profundo y práctico auto-conocimiento, fue fiel a su corazón... a su vida... a sus decisiones... pues ¿qué íbamos a hacer? Nada, como siempre, pero el simple hecho de estar cerca era suficiente para que separar los caminos fuera difícil otra vez o para que surgieran mínimas complicaciones en su propio camino... yo no soy de iniciativas prudentes, pero siempre las identifico y apoyo... "apechugué"...
Tiene años que no lo veo y no se imagina cuánto lo extraño...
Con el tiempo, las personas se vuelven más planas a tu vista... a mayor madurez, menor idealización, menor fantasía, más similitudes entre unas y otras relaciones...
Sólo algunas cuantas se vuelven más apreciables... Con él me ha pasado que a mayor madurez, lo veo mejor, lo comprendo mejor, lo admiro y su forma de ser cobra mayor contundencia y gracias a esa experiencia que llevo en el corazón, me ubico más como esa mujer que supo seguir el camino que había marcado y supo entender el camino que él tenía que seguir...
"No digas todo, la gente no tiene que saber todo", me decía mi mamá... y yo le cuestionaba: "pero ¿entonces sería como mentir?" y mi mamá: "Cuando puedes ya decir todo, lo sabrás y tal vez ya no consideres importante decirlo, pero si lo dices, ya no afecta. Si lo haces antes de tiempo, puedes obstaculizar una relación... pero no te quiebres la cabeza, lo que tiene que ser, siempre será..."
La razón por la que se dio en mi vida esta visión de plenitud sobre el y este afecto bonito y bueno, fue que podía ser yo misma y él también... entre los dos jamás nadie estuvo pensando en qué se dió, qué se recibió ni cuándo ni cuánto... siempre fue y continúa siendo -aunque con mucho mas lento ritmo de interacción- una relación de manifestar afecto y aprecio a la menor oportunidad, como un canal detox libre de mala onda, de malas intenciones y de malas experiencias en un mundo en el que todo eso abunda.
Nuestros papás (sí, porque aunque llegamos a coincidir en nuestro carácter de adultos, finalmente nuestros papás fueron grandes amigos) nos habían "comprometido" de bebés, jajajaja Ahora es cuando pienso que los papás algo saben, intuyen cosas... ésto no creo que lo sepa, me lo dijo mi mamá recientemente, jajaja
Gracias a su existencia he podido aprender estas 12 realidades que hace un buen hombre que te quiere bien, aunque no vayan a estar juntos y esto creará el ambiente para que puedas ser tu misma y el amor se de y de forma muy bonita, tienes derecho a ser tú misma y a darte plenamente y derecho a elegir espacios en donde puedas hacerlo y estas actitudes crearán ese ambiente, NO ACEPTES MENOS:
1) No hay bombardeos intensivos de afecto ni presencia, el afecto y la presencia son mesuradas, pero permanentes
2) No te pide nada a cambio, jamás espera nada de ti
3) Si necesitara algo, te lo dice con apertura y honestidad
4) Se alegra de buscarte y se alegra de que lo busques
5) SIEMPRE te hace sentir bien aunque estés en un mal momento
6) SIEMPRE ESTÁ PARA TÍ y SIEMPRE DE TU LADO, no te deja sola
7) Te habla con sinceridad y respeto, directo y sin recovecos
8) No te presiona para nada ni te manipula
9) Siempre es igual contigo, no cambia cuando hay más o menos personas
10) Busca los espacios para que entres en su vida de forma muy natural
11) La conversación es fluida y en un ambiente de confianza
12) Jamás va a traicionarte ni a mentirte, siempre te dice lo que es, aunque no te vaya a gustar la realidad
Ahora, la mayor incógnita de mi vida sentimental: ¿existe o no existe la "mejor amistad" entre sexos opuestos heterosexuales?
La amistad entre sexos opuestos sí existe, sí se da, pero es un amor de pareja esperando a crecer... o que ya no creció.
Si vives una situación parecida y ambos están solteros, considera con más seriedad lo que ambos viven y si no hay impedimentos, dejen ese amor hermoso crecer, porque es un "amor de tu vida" sin duda y si lo has encontrado, será para siempre.
Si ya alguno está comprometido, la mejor forma de manifestar y honrar ese sentimiento hermoso es haciéndole saber que siempre estarás si te necesita, SIN interferir. Debes entender que ahora tiene algo mejor: una compañía de vida que -además- es su mejor amistad; acéptalo, tú ya no lo eres y esa es la persona que hace feliz a quien mas deseas que le vaya bien en la vida además de tu familia... ¿qué mejor? ¿cómo no vas a querer a su pareja y mucho? Además, agradecer que gracias a su compromiso ahora sabes lo que puedes esperar de tu próxima mejor amistad, lo que motiva relaciones tan hermosas y experiencias que se quedan en el corazón: un amor de la vida real, constante y sonante. ¡Qué emoción!
Cualquier "fulanito" que se haga llamar tu "amigo" y no manifieste esas 12 realidades, no sabe lo que es una amistad. No compres "gato por liebre".
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