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  • Foto del escritorAurea Lorena Sarmiento Valdés

EL POLIAMOROSO ENCUBIERTO


En ésta entrada, vengo a compartirte mis impresiones y señalamientos sobre una #experienciapropia Un episodio en mi vida personal.


Esta experiencia se trata de la persona que ha observado que su preferencia poliamorosa no es aceptada de inicio por sus parejas, sino que llegan a aceptarlo con el tiempo por hastío.

El encubierto -como le llamaremos para los efectos de esta historia- sabe bien que debe hacerse INSOPORTABLE, ADORABLE e INDISPENSABLE a la vez.

Utiliza la existencia de varias parejas para manipularlas: deja saber que siempre tiene a donde recurrir si alguna lo rechaza.

Maneja anécdotas incongruentes: ya no está con nadie, pero se tiene que mantener vinculado por sus compromisos adquiridos; sí las quiere, sí quiere permanecer cercano porque las ama como personas pero sólo a TÍ te ama como mujer; siempre has sido el amor de su vida y no lo sabia y entonces ya pueden consumar su amor por siempre, cree. De hecho, suele hacer declaraciones importantes seguidas de un “creo” para reforzar su idea de que NO miente.

Y quizás no miente técnicamente, porque nadie podría asegurar que una pareja perdurara unida hasta que la muerte les separe. Pero sabes que miente en cuanto descubres que su intención ha sido incorporarte al harem… ¡sin que ninguna de sus miembros deje de pertenecer a tan selecto equipo!

Te das cuenta de sus verdaderas intenciones cuando le pides sustentar su intensidad: es altamente demandante cuando entra a tu vida, quiere gritarle “impulsivamente” a los cuatro vientos su amor por tí, te busca imparable y no toma un “NO” por respuesta jamás; pero cuando se trata de que tú dirijas el tiempo, órdenes los horarios y las formas de integrarse mutuamente, él encuentra la forma de evitarlo. Por cierto, su intensidad dura dos o tres dias consecutivos. El cuarto y quinto mágicamente su intensidad decrece. El sexto y séptimo vuelve a la carga aparentemente: en lugar de pararse afuera de tu casa o de irte a buscar, sólo te mensajea o te llama, insistente, simulando una permanencia y una cercanía.

Una, distraída en la vida diaria, no percibe de inmediato estas irregularidades. Crees que se trata de un hombre impulsivo y locamente enamorado (#malditoschickflicks) que se retira decepcionado de no obtener respuesta a sus desesperados y apasionados intentos de entrar en tu vida… Aaaawwww… ternurita… pero cuando resulta que logra abrir tu corazón ante tanta insistencia y sabes que sí le estás dando una oportunidad de demostrar lo que tanto dice sentir pero con ORDEN (la palabra clave para aniquilar sus planes)… ¿qué crees? Sigue comportándose igual de inconsistente. Entonces… o está loco de atar o tiene otras relaciones o está cultivando la posibilidad de tener otras relaciones.

Te aseguro: la sensación que tuve la tenían otras al mismo tiempo.

Al decir "encubierto" estoy haciendo alusión a la voluntad de ocultar las intenciones reales, aunque se crea que éstas son benéficas para todas las partes a las que con engaños y apariencias se les imponga la creencia. Esto es lo que convierte a éste poliamoroso en una alerta de decepción caminante.

Pude interactuar con él sin afectarme sentimentalmente, pero cuando eso era viable, entonces crispaba mis nervios de forma indirecta.

La única decisión totalmente saludable ha sido manteniéndome inaccesible a éste poliamoroso.

Lo que te causa éste personaje es "cosita"... porque la razón única por la que no clasifica como un ordinario caso de infidelidad, es porque ¡se enamora! Y bajo un estilo de apego ansioso, demostrando intensidad en sus acciones y deseos. Pero son siempre impulsivos e inconsistentes.

No es una mala persona, puede estar obedeciendo a costumbres e inseguridades muy arraigadas y a una tendencia a tomar lo que desea a toda costa, una mezcla atrevida para conducirse en ésta civilización.

La historia terminó. Aquí y acá... Terminó.

Porque son tantos los lugares en donde tiene que convencer personas que no termina siendo ni tan INSOPORTABLE, ni tan ADORABLE ni mucho menos INDISPENSABLE para nadie.

Saldo: recuerdos aún vigentes de sus buenas acciones, de sus entradas triunfales y de las emociones que logró despertar; traumas de desconfianza; cuestionamientos involuntarios; fortalecimiento extra de voluntad a base de aumento radical en la intensidad de la oración, del ejercicio, del trabajo y de disfrutar cantar y bailar. Aprendizaje brutal.

No fué inofensivo aunque éste poliamoroso jamás le hace mal a nadie... sólo camina y causa desastres como un tornado.




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